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Mostrando entradas de enero, 2011

Prácticas no bíblicas en tu vida de oración

No debes orar sin pensar. En cambio, debes considerar cuidadosamente lo que vas a orar; ya que si no lo haces así, realmente no estás creyendo en algunas promesas y verdades de Dios.  Por ejemplo: 1. No necesitas orar para que el Señor esté contigo o con otro creyente, porque Él ya está contigo y ha prometido nunca dejarte ni desampararte (Mateo 28:20b; Hebreos 13:5).  En cambio da gracias al Señor por Su continua presencia a tu lado (Hebreos 13:6). 2. No necesitas orar para que Dios te de amor por otra persona porque Él ya ha derramado Su amor en ti (Romanos 5:5) y te ha dado la orden y la capacidad para amar (1 Juan 4:7-12).  Ora en cambio por Su sabiduría (Santiago 1:5) y guía (Romanos 8:4; Gálatas 5:16) para enseñarte cómo demostrar amor por otros. 3. Como un creyente verdadero, no necesitas orar para ser liberado del poder del pecado, porque ya has sido libertado (Romanos 6:1-14).  Dale gracias a Dios que Él te ha dado la libertad del poder del pecado (Romanos 6:6-7; 12:1-2).