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Mostrando entradas de marzo, 2011

Filipenses 4:6-7

“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” Filipenses 4:6, 7. Ningún afán hemos de tener y sólo hemos de entregarnos a la oración. Ninguna ansiedad, sino mucha comunión gozosa con Dios. Lleven sus deseos al Señor de su vida, al guardián de su alma. Acudan a Él con dos porciones de oración, y una porción de fragante alabanza. No oren dudosamente, sino agradecidamente. Consideren que ya tienen las peticiones y, por tanto, agradezcan a Dios por Su gracia. Él les está dando gracia; denle gracias. No oculten nada. No permitan que ninguna necesidad se encone en su pecho; “sean conocidas vuestras peticiones”. No acudan al hombre. Vayan únicamente a su Dios, el Padre de Jesús, que los ama en Él.

La Ira de Dios-J. I. Packer

La palabra "ira" puede definirse como "enojo e indignación intensa y profunda". El "enojo" se define como "el desagrado, el resentimiento, y el profundo antagonismo que se experimenta ante la presencia de los daños ocasionados o los insultos"; la "indignación" es "el enojo justo que producen la injusticia y la bajeza". Tal es la ira. Y la ira, nos informa la Biblia, es un atributo de Dios. La costumbre moderna en toda la iglesia cristiana es la de restarle importancia a este tema. Los que todavía creen en la ira de Dios (porque no todos creen) hablan poco de ella; tal vez no le den mayor importancia. A un mundo que se ha vendido descaradamente a los dioses de la codicia, el orgullo, el sexo, y la autodeterminación, la iglesia le sigue hablando desganadamente acerca de la bondad de Dios , pero no le dice nada virtualmente sobre el juicio. ¿Cuántas veces en los doce meses transcurridos ha oído el lector un sermón sobre la ira d

Dos Columnas: La Biblia y El Señor Jesucristo

 1. La autoridad final:  La Biblia. Dos columnas distinguían a la Iglesia Cristiana Primitiva de cualquier otro sistema religioso.   La primera concernía al fundamental problema de la autoridad.   En dicha Iglesia sólo existía una autoridad final: la Biblia, la Sagrada Escritura.   Esto se desprende claramente de la enseñanza de Jesús, de Pablo y de la totalidad del Nuevo Testamento. 2. El acceso a Dios:  únicamente a través del Señor Jesucristo. La otra columna de la Iglesia primitiva que la diferenciaba de todos los demás sistemas religiosos era su respuesta a la pregunta: ¿Cómo allegarse a Dios? Si Dios existe y es santo, perfectamente santo, vivimos en un universo moral.   Si Dios no existe o si es amoral o imperfecto, vivimos al fin en un universo relativo en cuanto a lo moral. Por   otra parte, si Dios es perfecto, y mantiene su total perfección, entonces, como es obvio que ningún hombre es moralmente perfecto, todos ellos estarían condenados.   Lo único que resolvería este dil

¡Qué Buena Pregunta!-R. C. Sproul

Necesito saber cómo tratar con mi esposo no cristiano.  ¿Voy a la iglesia y lo dejo en casa?  ¿Qué explicación les doy a mis hijos? Creo que el error que muchas mujeres cometen al estar en esta situación es que sienten como si de alguna manera Dios las hubiera llamado a ser la conciencia del marido, y terminan fastidiándolos.  Lo más significativo que puede hacer una mujer si su esposo no es cristiano es ser para él la esposa más piadosa que le resulte posible. Conocí un muchacho adolescente que vino a mi estudio y anunció que había tomado para sí el rol de líder espiritual de la casa porque su padre no era cristiano.  Puesto que su padre había descuidado la responsabilidad de ser el sacerdote del hogar, este joven dijo que creía que el manto había caído sobre él. Le dije:  "No, Dios no te llama a suplantar el rol de tu padre.  Si tu padre no hace lo que Dios le llama a hacer, no es una licencia para que tú tomes su lugar.  Dios te llamó a ser hijo, no padre."