Ir al contenido principal

La Humanidad de Cristo-R. C. Sproul

Que Dios haya tomado sobre sí mismo una naturaleza humana real es una doctrina crucial del cristianismo histórico.  El gran concilio ecuménico de Calcedonia, en el año 451 d. C. declaró que Jesús es verdadero hombre y verdadero Dios y que la humanidad y divinidad de Cristo están unidas sin confusión, sin mutación, sin división y sin separación, cada naturaleza conservando sus propios atributos.

La verdadera humanidad de Jesús ha sido atacada principalmente en dos formas.  La iglesia primitiva se vio obligada a combatir la herejía del docetismo, que enseñaba que Jesús no había tenido un cuerpo físico real ni una verdadera naturaleza humana.  Argumentaban que Jesús meramente “parecía” tener un cuerpo pero en realidad era un ser fantasmal.  Para contrarrestar esto, Juan declaró con total firmeza que aquellos que negaban que Jesús había verdaderamente venido en la carne eran del Anticristo.


La otra herejía rechazada por la iglesia consistió en la herejía monofisita.  Según está herejía Jesús no tenía dos naturalezas sino solo una, y esta naturaleza singular no era ni verdaderamente divina ni verdaderamente humana sino una mezcla de ambas.  Se la llamaba una naturaleza “teo- antropomórfica”.  La herejía monofisita implica una naturaleza humana deificada o una naturaleza divina humanizada.

Hay formas sutiles de la herejía monofisita que amenazan a la iglesia en cada generación.  La tendencia es hacia el permitir que la naturaleza humana de Dios sea absorbida por la naturaleza divina, de manera tal que la humanidad de Jesús no tenga ninguna limitación verdadera.

Debemos distinguir entre las dos naturalezas de Jesús sin separarlas.  Cuando Jesús tiene hambre, por ejemplo, vemos una manifestación de la naturaleza humana, no de la divina.  Lo que se dice de la naturaleza divina o la naturaleza humana puede ser afirmado sobre la persona.  Por ejemplo, en la cruz, Cristo, el Dios-Hombre, murió. Esto, sin embargo, no significa decir que Dios pereció en la cruz.  Aunque las dos naturalezas permanecen unidas después de la ascensión de Cristo, es necesario que todavía diferenciemos ambas naturalezas en lo que respecta a la modalidad de su presencia entre nosotros.  Con respecto a su naturaleza humana, Cristo ya no está entre nosotros.  Sin embargo, con respecto a su naturaleza divina, Cristo siempre está entre nosotros.

La humanidad de Cristo fue como la nuestra.  Se hizo hombre “por nuestra causa”.  Compartió nuestra situación para actuar como nuestro Redentor.  Se convirtió en nuestro sustituto, tomando sobre sí mismo nuestros pecados y sufriendo en nuestro lugar.  También se convirtió en nuestro defensor, cumpliendo con la ley de Dios en nuestro lugar.


Extracto tomado de: R. C. Sproul. Las Grandes Doctrinas de la Biblia. Unilit, FLET. p. 89

Comentarios

Entradas populares de este blog

Diez Principios Poderosos para el Servicio Cristiano

1. El Fundamento del Ministerio es el Carácter 2. La Naturaleza del Ministerio es el Servicio 3. El Motivo del Ministerio es el Amor 4. La Medida del Ministerio es el Sacrificio 5. La Autoridad del Ministerio es la Sumisión 6. El Propósito del Ministerio es la Gloria de Dios 7. Las Herramientas del Ministerio son la Palabra de Dios y la Oración 8. El Privilegio del Ministerio es el Crecimiento 9. El Poder del Ministerio es el Espíritu Santo 10. El Modelo del Ministerio es Jesucristo Si estás sirviendo en algún ministerio dentro de la vida de la iglesia local, debes considerar seriamente estos diez principios bíblicos. Tomado de: Warren & David Wiersbe. Ten Power Principles for Christian Service. 1997.

Tratando con quienes son más debiles

Vamos a examinar algunas de las pautas que Pablo da en Romanos 14 para hacer frente a los más débiles en la fe. La primera regla del amor cristiano es que recibimos a otros que son más débiles en la fe, como hermanos y hermanas. Cada cristiano es un siervo de Cristo. Cristo es su maestro y juez. No estoy para juzgar a aquellos que son de Cristo. Un segundo principio de la libertad cristiana es que una persona no debe ser forzada a actuar de acuerdo a la conciencia de otra persona con respecto a "cuestiones   indiferentes." Esta regla presupone que los cristianos están en los distintos niveles de crecimiento personal. Un tercer principio que se establece en Romanos 14 es que el hermano mayor no debería provocar a   su hermano menor a tropezar, sino que debe ser considerado. Él no alardea de su libertad frente a un hermano más débil. Él no convence a su hermano de permitirse alguna cosa.   Una pauta se establece en el versículo 22: "¿Tienes tú fe? Tenla para contigo del...

Evitar el crecimiento estancado

Millones de niños en los Estados Unidos comienzan  clases de piano. Yo fui uno de ellos. A los ocho años, me embarqué en una carrera musical que se caracterizó con un comienzo de llamarada y un final lloriqueando. Mi maestro me introdujo en la magia del teclado con la primera lección del primer volumen del antiguo y venerable  manual de instrucciones de John Thompson. La primera lección fue simple. Así lo fue el primer libro completo. Corrí a través de él en lo que yo estaba seguro que era un tiempo récord. En cuestión de semanas terminé el Volumen I y Volumen empecé el  II .  Cinco años más tarde, dejé de tomar clases de piano. Yo todavía estaba en el Volumen II. Yo había llegado a un plano de dificultad y no podía seguir avanzando sin practicar en serio y disciplina. Me convertí en un desertor del piano como millones de otros niños. Como seminarista, me decidí a empezar de nuevo. Después de un año, podía tocar Chopin (al menos una pieza). Me mudé  después del...