Y Perseveraban en la doctrina de los apóstoles,
y en la comunión unos con otros y en el partimiento del pan
y en las oraciones
Hechos 2:42
En el fondo de la falsedad doctrinal está una declinación natural de la vida espiritual, evidenciada por un gusto por el entretenimiento cuestionable, y la apatía para las reuniones devocionales de oración. En cierta reunión de ministros y funcionarios eclesiásticos, uno tras otro negaron el valor de las reuniones de oración; todos confesaron que la asistencia era muy escasa, y varios reconocieron sin la más leve compunción que ya se habían dado por vencidos. ¿Qué significa esto? ¿Están las iglesias, es buena condición al tener solo una reunión semanal de oración, la cual de todas maneras no es más que un esqueleto? Existen iglesias que tienen varias reuniones de oración en el día del Señor, y muy frecuentemente durante la semana, sin embargo sienten necesidad de más oración; pero ¿qué podemos decir de aquellas cuya práctica de venir en suplica unida es muy escasa? ¿Hay pocas conversiones? ¿Está la congregación reduciéndose? ¿Quién está sorprendido que este sea el caso cuando el espíritu de oración se ha apartado?
Charles H. Spurgeon de la revista “La Espada y la Cuchara” (The Sword and Trowel, agosto de 1887).
Aunque han pasado más de 100 años que Spurgeon escribiera esto en la "Espada y la Cuchara" es tán actual en la vida de nuestras iglesias y es la evidencia de un declive espiritual tanto personal como colectivo. Es tiempo de regresar al fundamento de la vida espiritual, la oración.
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